viernes, 1 de enero de 2010

New Moon, New Sexuality

Luna Nueva es una película bonita sobre las alucinaciones y la sexualidad perturbada, basada en el libro New Moon de Stephenie Meyers y dirigida por Chris Weitz. Esta obra es una excelente adaptación fílmica de la crónica vampírica. Los planos, las cámaras, los efectos. Detalles bien cuidados que a la mayoría no le interesa. Pero analicemos la historia: Una niña llamada Bella que está enamorada de un vampiro. Si tomamos en cuenta que el pana está muerto, vendría siendo una especie de zombie. Esto convierte a la protagonista en una especie de necrofílica (atracción sexual por cadáveres). A lo largo de la historia el vampiro con bronceado de yuka, la abandona dejándole un guayabo que sólo se curaría con años de alcohol. No habla, no come, y tiene alucinaciones. El padre no sabe qué hacer, pues obvio los padres americanos nunca sospechan nada de cuando sus hijos se armaran e irán a matar con una metralleta a todos en el salón. Ella devastada, cada vez que duerme pega gritos que te hace pensar que está poseída y que en cualquier momento vomitará todo el ron que tiene, que aunque no aparece se sobreentiende. Pero luego llega el mejor amigo, un muchacho que pertenece a una tribu de la zona. Ella se enamora de este étnico personaje quien casualmente resulta ser un hombre lobo. Obviamente a ella le gusta el freak. Ahora la zoofilia parece ser su nueva vocación. En definitiva Bella realmente se tomó muy en serio lo de “explorar” la sexualidad y todo lo que le gusta hacer son cosas de gente loca: tirarse de acantilados, hablar sola y evitar a la gente normal. Estoy seguro que si la mandaran a Venezuela buscaría tener algún tipo de relación con el Silbón. En definitiva la película te hace pensar que es una historia sobre los efectos de la adicción a los alucinógenos y que terminará con la protagonista en algún baño con una inyectadora en la mano. Es hermosa, vayan a verla. Me despido como siempre: El hecho de que veamos la misma película, no significa que entienda lo mismo que tú.

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